martes, 9 de abril de 2013

Similitud entre el Fútbol y la Oración


La primera similitud es que son pocos los que juegan, y muchos los que espectan.

Los que están jugando reciben una mayor recompensa que los que están observando, por eso esfuérzate para tener tu recompensa. "Yo te pido que seas fuerte y valiente, que no te desanimes ni tengas miedo, porque yo soy tu Dios, y te ayudaré por dondequiera que vayas" (Josué 1:9)

Existe un árbitro en la cancha para amonestar y sancionar. No tengas temor para entrar con Dios porque tienes un árbitro que es JESÚS y Él quiere que tú ganes en el partido.

No todos nuestros esfuerzos son ganados. Porque tu oración no siempre es para meter un gol. Pero si tú sigues jugando Él te dará la respuesta que necesitas para  que obtengas la Victoria y ganar el resultado que deseas ¡No te canses!

El equipo que persevera es el equipo que gana, el que ora con entrega logrará ser el contraataque para el enemigo. Cuando recibas una herida, sacúdete bien rápido del gol y sigue orando y buscando a Dios, porque lo que debe interesarte es que Dios siempre estará contigo.
 
Promesa de tu Padre Celestial para todos sus hijos.
 

 

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