domingo, 15 de diciembre de 2013

Cómo terminar el año

En navidad y fin de año, existe mucho más violencia, suicidio y asaltos. Los accidentes de tránsito también se incrementan en estos días y muchos llegan al final del año, cansados, frustrados y desilusionados.
Si terminamos el año de esta manera, entonces cómo empezaremos el año 2014? Quizás igual…pero, no tienen que ser así.
 
Tienes que permitir a Dios entrar en tu corazón para cambiar tu actitud de cómo acabar el año 2013 y empezar un nuevo año con la mejor actitud.
 
Cuenta en las escrituras la historia de José, quien a sus 17 años de edad era el hijo más amado por su padre Jacob, pero el más aborrecido por sus 10 hermanos mayores. Conspiraron contra él y fue vendido por sus hermanos a unos mercaderes y luego a un oficial egipcio. Luego fue acusado falsamente de intento de abuso sexual, estuvo encarcelado por años en los calabozos del rey, pero el Señor estaba con él. Un día fue llevado ante el Faraón y logró interpretar los sueños tan extraños que tuvo, ganándose el favor del rey y convirtiéndose en el gobernador de toda la tierra de Egipto a sus 30  años de edad. Pasaron luego 9 años y volvió a encontrarse con sus hermanos, ellos no lo reconocieron y luego de probarlos y verlos arrepentidos por lo que hicieron años atrás se dio a conocer. "Y él les dijo:  Yo soy José, su hermano, el que vendieron para Egipto. No se entristezcan ni les pese el haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de ustedes." (Génesis 45: 4-5).
 
José dejó atrás su pasado, perdonando a sus hermanos por todo lo que le hicieron y así recuperó la familia que había perdido.
 
Tal vez, en este año quedaron sueños no completados, anhelos no cristalizados, proyectos no ejecutados y ofensas no perdonadas. Entonces, vamos a vivir presos del pasado? o vamos a vivir pensando en el futuro. Si no sueltas el pasado, con qué manos agarras el futuro?
 
Tu pasado tiene que servirte para enseñarte el futuro, no tienes que encarcelarte en tu pasado triste.
 
En el libro de Filipenses 3:13-14 nos dice: “Olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús.”
 
No cargues con tu pasado, porque éste ya resulta ser pesado.
Fácil es hablar del pasado y del presente si aún te sigue afectando, pero resulta más grato hablar del futuro con una nueva actitud dejando atrás ese pasado triste.
 
Extiéndete al futuro con la esperanza de que en el nuevo año 2014 te será favorable, para que tus sueños se completen, tus proyectos se cristalicen, tus planes se concreticen y tu familia sea más unida.
 
Que Dios te bendiga y que Cristo nazca en el pesebre de tu corazón en estas fiestas.
 
 

martes, 8 de octubre de 2013

LA TEOLOGÍA DEL ÉXITO

Vivimos en una época que ha endiosado y ha promovido desmedidamente los conceptos de autosuperación y autorealización. La idea es que tenemos que ganar a toda costa, sin margen de error ni mucho menos con lugar a la derrota. Lo más lamentable es que esta necesidad de “éxito” ha tocado las fibras más íntimas del evangelio moderno. En otras palabras, la iglesia cristiana también ha sido arrastrada por esta tendencia, al punto que los mensajes que se predican, los libros que se escriben y la música que se compone buscan satisfacer esta necesidad. El evangelio de la prosperidad, la creencia de que somos invencibles, la invitación desmedida a creer nosotros y otras enseñanzas como estas, son producto de lo mismo. A esta forma de enseñanza la he llamado “la teología del éxito”.

Cuando le damos una hojeada al Nuevo Testamento, nos encontramos con una verdad totalmente opuesta a la teología del éxito. La decepción es mayor cuando miramos con detenimiento las palabras de Jesús, porque “las letras rojas” en los evangelios, no dicen absolutamente nada acerca del éxito. Más bien toda la invitación que nos hace es a morir, a rendirnos, a perder y a entregarnos.

Casi todos los mensajes de Jesús estuvieron sazonados con frases como “toma tu cruz”, “perder tu vida”, “no tengo donde poner mi cabeza” y muchas otras semejantes, que no tienen en absoluto nada que ver con el éxito. Sin lugar a dudas, los evangelios atentan contra la “teología del éxito”.

Es verdad, que somos más que vencedores, que tenemos seguridad de victoria, promesas de abundancia y bendición. Pero casi siempre, estas promesas se manifiestan cuando demostramos fidelidad en la derrota, en la escasez y el fracaso. Como Pablo (el gran exitoso) que aprendió a convivir con la escasez, el fracaso y la derrota. Si hubiéramos juzgado a Pablo con los estándares de hoy, seguramente lo hubiéramos tenido por fracasado, mediocre y perdedor (Menos mal que el gran apóstol, no vivió en estos días).

En el evangelio, el que quiera ser el primero, debe antes ser último. El que quiere ser grande debe antes ser pequeño y el que quiera tener mucho debe ser fiel en lo poco.
Ser último, pequeño y tener poco, quizás son condiciones que no armonizan con nuestra “teología del éxito”, pero son los caminos que Dios escogió para formarnos, levantarnos y bendecirnos. No cambiemos el mensaje. No nos engañemos. No dramaticemos la escasez, el dolor y la derrota. Dios sigue siendo Dios. La biblia sigue siendo la biblia. El éxito en la vida cristiana, empieza con lágrimas, derrotas y fracasos. Pero todos son pasajeros.

El verdadero éxito se verá si al final de nuestros días podemos decir “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe” (2 Timoteo 4:7 RVR60). El resto es una mala interpretación de lo que significa éxito. “La teología del éxito”.


Publicación tomada del blog "El Teclado de Gerson".  
http://blogcristiano.info/caracter-cristiano/la-teologia-del-exito/


 

jueves, 13 de junio de 2013

A imagen y semejanza


A imagen y semejanza fuimos hechos… y eso debe ser suficiente para no sentirnos menos, ni menospreciados. Somos la máxima expresión del creador, fuimos hechos de sus manos y hechos semejantes al Altísimo. Tenemos el sello de su creación.

Entonces, ¿por qué nos sentimos los peores en el mundo?, como que ¿no valemos nada?

Vales mucho para Dios, sin embargo, por desconocimiento, muchos se suicidan, se tiran al mundo, se entregan a los vicios del alcohol y las drogas, y viven como despojos humanos. Pero Dios, que es infinito en misericordia, te llama para que vuelvas a casa… al corazón de donde saliste.

No eres cualquier cosa, eres tal como Dios quiso que fueras; por eso tu actitud no debe ser la de un derrotado y vencido, sino la de un TRIUNFADOR y VICTORIOSO, porque CRISTO venció el mal y resucitó para dar vida y vida en abundancia. Nos ha coronado de honra y de gloria, y nos dio señorío sobre sus obras.

Así que no sufras, sino que ¡alégrate! y vive para Dios, porque si Cristo murió por ti, lo menos que debes hacer es vivir para él.

"Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo:
¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria. Y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menos que los ángeles y lo coronaste de gloria y de honra.
Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies”.
Salmos 8: 3-6

Dios te bendiga.

martes, 9 de abril de 2013

Similitud entre el Fútbol y la Oración


La primera similitud es que son pocos los que juegan, y muchos los que espectan.

Los que están jugando reciben una mayor recompensa que los que están observando, por eso esfuérzate para tener tu recompensa. "Yo te pido que seas fuerte y valiente, que no te desanimes ni tengas miedo, porque yo soy tu Dios, y te ayudaré por dondequiera que vayas" (Josué 1:9)

Existe un árbitro en la cancha para amonestar y sancionar. No tengas temor para entrar con Dios porque tienes un árbitro que es JESÚS y Él quiere que tú ganes en el partido.

No todos nuestros esfuerzos son ganados. Porque tu oración no siempre es para meter un gol. Pero si tú sigues jugando Él te dará la respuesta que necesitas para  que obtengas la Victoria y ganar el resultado que deseas ¡No te canses!

El equipo que persevera es el equipo que gana, el que ora con entrega logrará ser el contraataque para el enemigo. Cuando recibas una herida, sacúdete bien rápido del gol y sigue orando y buscando a Dios, porque lo que debe interesarte es que Dios siempre estará contigo.
 
Promesa de tu Padre Celestial para todos sus hijos.
 

 

viernes, 29 de marzo de 2013

Sincero, noble y valiente


Un emperador convocó a todos los solteros del reino para buscar pareja a su hija. Todos los jóvenes  asistieron y el rey les dijo: Les daré una semilla diferente a cada uno; al cabo de 6 meses deberán traerme en una maceta la planta que haya crecido, y la más bella ganará la mano de mi hija y el reino. Pasaron 6 meses, pero había un joven que plantó su semilla y no germinaba, mientras todos los demás jóvenes hablaban y mostraban sus hermosas plantas. El joven estaba muy triste, pero su madre le insistía en que debía ir al palacio pues era un participante y tenía que estar allí. Con la cabeza baja, y avergonzado desfiló al último hacia el rey, mientras los demás se burlaban. El rey admirado inspeccionaba las plantas, al llegar al joven observó su maceta vacía y mando llamar a su hija, todos quedaron atónitos. El rey dijo: Este es el nuevo heredero del trono y se casará con mi hija pues a todos ustedes se les dio una semilla infértil, y todos quisieron engañarme plantando otra semilla, pero este joven tuvo el valor de presentarse y mostrar su maceta vacía, siendo sincero, noble y valiente; cualidades que todo rey debe tener y que mi hija merece.
Proverbios 3:3-4 “Nunca se aparte de ti la MISERICORDIA y la VERDAD; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón; y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres”.

Bendiciones.