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Un día los fariseos y saduceos le pidieron a Jesús que les mostrasen una señal del cielo para creer y él les contestó: “Una señal piden y no se les dará otra señal que la señal de Jonás”. Jesús hace alusión al profeta Jonás a quien Dios mandó predicar a Nínive, una ciudad pagana, para que se arrepientan y cambien. Y porque se arrepintieron Dios tuvo misericordia de ella y no la destruyó.
Arrepentirse, en su significado más amplio, es cambiar de parecer, cambiar la manera de pensar, tomar una actitud hacia lo bueno. Nos arrepentimos de nuestros malos actos para recibir por FE las bendiciones que Dios tiene para nosotros, una vida abundante de alegría y gozo. Pero, ¿qué es la FE?: "Es, pues, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve" (Hebreos 11:1).
Por ejemplo la veracidad de la Biblia, según Tomás Watson, un predicador inglés:
Me pregunto de dónde podría provenir la Biblia si no proviene de Dios. Los hombres malvados no podrían ser sus autores. ¿Cómo podrían sus mentes redactar tales líneas santas? ¿Podrían condenar tan fieramente al pecado? Los hombres buenos tampoco podrían ser los autores. ¿Podrían escribir bajo tanta tensión? ¿Podrían plagiar el nombre de Dios y escribir así dice el Señor, en un libro que ellos están componiendo?
Y ¿cuál es el propósito de la Biblia?, según el libro de Timoteo: “Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.
Por eso para el que cree todo le es posible.
Creo en Dios, creo en su palabra, creo en Jesucristo y en todas sus promesas.
TÚ ERES UNA OBRA DE LA CREACIÓN,
UN REFLEJO DE DIOS,
NADIE PUEDE REDUCIR TU VALOR,
A MENOS QUE TÚ SE LO PERMITAS,
TÚ ERES UN MILAGRO DEL AMOR DE DIOS,
NUNCA TE MIRES A TÍ MISMO VIENDOTE COMO ALGO MENOS,
TU VIDA NO ES UNA CASUALIDAD DEL DESTINO,
TÚ ERES PARTE DE UN PLAN SOBERANO,
TÚ ERES LA LUZ PARA EL MUNDO.
Jesus dijo: “Ustedes son la luz para el mundo. No se puede esconder una ciudad edificada en un cerro. No se enciende una lámpara para esconderla en un cajón. Sino para ponerla en un candelero a fin de que alumbre a todos los de la casa. Así pues, debe brillar su luz ante los hombres, para que vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en los Cielos”. (Mateo 5:14-16)
FINALMENTE, CREE Y VERÁS LAS MARAVILLAS DE DIOS.
Un servidor: Antonio Ayestas Ysique